Porque nos resumen, nos refieren, nos explican o nos sentencian, nos muestran, nos aleccionan, nos fastidian, nos sublevan; porque nos permiten jugar con su rima, su ritmo o su sentido; porque nos condenan, nos aplacan, nos dan esperanza; nos contienen o nos expulsan, nos ayudan o desafían; porque pasan por nuestra vida y nuestra vida pasa por ellos; porque hemos escuchado, leído y buscado en nuestra propia historia la verdad de tal o cual dicho, hoy los refranes, adagios, máximas, apotegmas, proverbios, aforismos, compendio de tradición popular, ancla del sentido común en el mejor y en el peor de los sentidos, son la excusa; y a ellos, con simpatía o reflexión, con alegría o resignación, con serenidad o rebeldía, les dedicamos esta muestra.     Laura Giusti